Tiemblo! Por la danzante procesión de los muertos. Por la
dolorosa certeza del futuro, por la ironía de los hombres!
La sangre y la muerte se acercan; asechando los juegos idílicos
de los infantes, los cantos felices de las madres, el sudor del buen
trabajador!
Muerte tras muerte y más muerte. La Gran Guerra se aproxima;
alojada ya en los corazones de los hombres, poblando sus sueños y sus verdades!
La guerra comenzará en el este, entre ciudades antiguas y
dunas indomables. La necesidad del hombre de matar a otros; de alegrarse con la
destrucción de los niños!
El Gran Hombre sentado en su trono ríe por lo bajo, sabiendo
cumplido su destino. Su cruel labor ha comenzado!
Bajo su apariencia de
piedad se oculta una bestia no humana; salida de las profundidades del Abismo. Cuan
insondable es su maldad para con el alma humana, sólo los Arcanos conocen sus
menesteres!
Ricos hombres se sientan con regocijo; ríen y hacen bromas
mientras hoyan con sus pies sucios los cadáveres de los inocentes. De las
criaturas de más allá del Sol!
Cinco hombres pasarán y sus manos apoyarán con firmeza; las
lágrimas inundarán sus ojos y reclamarán venganza!
La Hora de la Ira ha comenzado. Una pelea sin vencedor, sólo
la muerte lo sabe!
La Gran Madre; el Dragón se alzará reinante en los aires
protegiendo su nido. A su sombra no habrá daño; ella es demasiado fuerte!
Tierra arrasada, ciudades cristalizadas, llantos sin sonido.
Un hombre se alzará y reclamará su trono. Su venganza es inescrutable, sus designios
sublimes!
Las hordas del oriente barrerán con todo; ciudades arderán.
Los selváticos se alzarán con sus manos en altos, los horrores más infames allí
sucederán. Muerte sin razón, muerte por la muerte!
El Gran Hombre ríe inexpugnable en su trono. Reirá tres años
y tendrá siete de infelicidad. Sus ciudades destruidas por la más malditas de
las conjuras!
Buenos hombres haciendo buenas obras, ya nadie quiere nada.
Bajo el Gran Hombre su reino caerá; se desmoronará estrepitosamente!
Sus antiguos aliados vendrán a reclamar sus cuentas
pendientes. Los dioses de la muerte vendrán sin piedad, llenarán sus gargantas
con la sangre de los hombres!
Cuando quiera tomar su reino y huir, el Gran Hombre morirá
por las manos de los suyos; fue sólo una pieza en el Gran Juego!
En todo el mundo las consecuencias se verán, en la tierra de
la primavera aparecerán luces. Todo habrá cambiado, el ser humano no será el
mismo. La naturaleza sonreirá y le dará a los que viven un segundo aliento!
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