Las mejores épocas de nuestras vidas son aquellas en las que acopiamos el suficiente valor como para rebautizar nuestra maldad como lo mejor que hay en nosotros"

Friedrich Nietzsche

miércoles, 15 de enero de 2014

Das Omen. La Profecía

Hace ya varios años descubrí una agrupación alemana llamada E Nomine; mientras estudiaba alemán en la universidad como parte de la formación complementaria de mi carrera profesional. Este grupo tiene la particularidad de que en el amplio repertorio de sus canciones hay odas a la luz y a la oscuridad, al bien y al mal, al cielo y al infierno; obviamente dentro del marco de la mitología cristiana. Es bastante curioso encontrar que pueden crear una canción de alabanza absoluta al dios de los cristianos y en la siguiente adoran al señor de las tinieblas.
Dentro de este conjunto peculiar de temas musicales, letras armonizadas con música electrónica, encuentro cautivante uno en especial; se llama Das Omen o La Profecía. Cada vez que la escucho me siento poderoso, invencible, lleno de una energía que me desborda y ansioso de vida e incluso de poder. No es un producto sólo de mi mente, todo mi ser vibra rugiendo al compás de este ritmo cadencioso;  pero paradójicamente,  si la escucho demasiado y reparo demasiado en su letra me siento sobrecogido y hasta un poco ahogado. Por qué me sucede esto? Qué despierta en lo más profundo de mi ser?

La explicación que le doy a este fenómeno, es que despierta o me conecta con lo “daimónico” (esa fuerza que está en la naturaleza y que en principio no es mala ni buena) dentro de mí. Recurro a este concepto, sobre el que tal vez hable más adelante, utilizado recientemente por Rollo May (pero entendido desde la más remota antigüedad) como una manera de conceptualizar lo que sucede cuando me reflejo a mí mismo, en este caso en la figura de La Profecía. Me uno a esa fuerza del universo, convirtiéndome por momentos en un elemento de la naturaleza increíblemente poderoso y reconozco que hace parte de mí.

Obviamente en este caso, a través de lo que se conoce en el cristianismo como la oscuridad, la maldad, el diablo. Pienso además firmemente que a través de la luz, de la verdad se puede llegar al mismo punto; porque esta energía “daimónica” no es ni buena ni mala. Es sólo una manifestación de nuestro verdadero poder y responsabilidad como seres humanos. Es una expresión del hombre hecho dios, hecho una fuerza total, una fuerza, un poder natural. Pero se debe reflexionar sobre algo: El ser humano puede controlar ese poder? Quiere siquiera hacerlo consciente y por tanto hacerse responsable por él? Puede un ser humano no enloquecer bajo el influjo incontrolado de su propia fuerza?

Finalmente, me gustaría compartir con ustedes la canción y la letra, traducida al español, para su deleite y en algunos casos terror.



LA PROFECIA

Legiones oscuras, emperador feroz, signos ocultos, la maldición final
La Profecía
El poder, los poderes del infierno prosperan en crueldad

Te vuelves a la luz oscura,
Tu sombra explota como un volcán,
Tu eres como una estrella que dice:
Yo he caído víctima de mi propia ilusión por tu causa,
Tú me ahogaste con tu maldición,
Entonces dame vida inmortal!
Abre las puertas de la Legión Oscura,
Completa el Circulo del Mal, la Profecía.
El poder, los poderes del infierno prosperan en crueldad.
Y me incluso ante ti,
Cuando tú brillas a mi alrededor,
Yo siento el poder,
Cuando tú me amputas de los Dioses,
Tu eres mi santuario,
Tu mi luz en el vacío, Draco,
Tu eres la vida en sí misma,
Tu eres la maldición,
Tu eres la profecía,
La Profecía.

Legiones oscuras, emperador feroz, signos ocultos, la maldición final
Tú eres el poder, el señorío y la profecía, por la eternidad,
La Profecía

El poder, los poderes del infierno prosperan en crueldad

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