Hace algún tiempo me tomé el
trabajo de traducir al castellano fragmentos disponibles en internet de los
libros sagrados de los Yezidis (Mashaf Res o el Libro Negro y Al-Jilwah o Libro
de las Revelaciones). Lo hice movido por el interés casi hipnótico que me
despertó la imagen de Melek Taus: el ángel caído exaltado a la categoría de
dios. El espíritu celestial, pero caído de su gloria, que se atribuye ser el
verdadero gobernante de mundo; el que quita y pone reyes, el dios celoso, el
dador de la verdadera sabiduría.
En estos escritos sagrados, el
mismo Melek Taus dice que los “extranjeros” (entiéndase cómo todos aquellos que
no son Yezidis) lo ven a Él y Su pueblo escogido como hacedores del mal; pero
esto se da sólo porque no conocen Su verdadera naturaleza, sus propios deseos
(haciendo referencia a los “extranjeros”) y el sentido de Sus preceptos y
enseñanzas cargados de verdadero conocimiento. Los que se oponen a Él, como
pasa con aquellos que se enfrentan a cualquier dios iracundo se arrepentirán,
son aquellos que no quieren escuchar su “propia naturaleza” y pervierten las
verdaderas enseñanzas de los profetas, deformando la verdad.
Aunque afectado por costumbres
que nosotros consideramos machistas, pero muy arraigadas desde hace milenios,
en Medio Oriente. Estos escritos nos dejan ver una cosmología y manera de vivir
hasta cierto punto distinta, pero en lo esencial muy parecida a los pueblos que
se denominan del Libro. Es así como la revelación, el culto, el pueblo
escogido, el anatema, un dios justo y colérico marcan en el contenido la
cadencia de este relato.
En fin, comparto estos documentos
con el fin de ver a la sombra de otra manera, tal vez poética y mitológica.
Dándole un matiz de protagonismo, aquel
que probablemente tiene en nuestras vidas, en el desarrollo de cada sociedad y
cultura, y en el inexorable rumbo que tenemos todos como humanidad. Ya que finalmente,
Melek Taus dice ser el señor de éste mundo.
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
ResponderBorrar